Psicología I Salud I Marketing I Tv I Arquitectura I Educación I Cultura I Historia I Ecología I Turismo I Moda

Portada

Portada
Número 8

Portada

Portada
Número 9

Datos personales

Mi foto
Córdoba, Argentina
Revista Cordobesa

lunes, 2 de enero de 2012

Ser adolescentes hoy: el fenómeno de la Cultura Massmediática


Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) ya son parte de nuestra vida cotidiana. Es importante prestar atención a cómo los jóvenes van construyendo, a partir de ellas, sus representaciones sociales de la realidad.
Hace ya varias décadas que la sociedad en general es parte de un fenómeno creciente: la inmersión en el mundo audiovisual y massmediático. Conforme avance la digitalización en nuestras vidas, estaremos rodeados por un mayor número de pantallas y aplicaciones para vivir la era digital. La televisión ya no es accesible sólo por tomar el control remoto y encender la caja mágica, sino que el mundo cibernético y digital posibilita la eterna repetición y perpetuación de todos los otros medios de comunicación y redes alternativas al mundo real. Ya es imposible pensar que haya algo que las tecnologías digitales no permitan. Internet habilita un sinnúmero de actividades. La era de la imagen impone nuevas formas de vida, selladas con el aceleramiento de intercambio de información, de consumo, de comunicación y nuevas tecnologías.
En este contexto, no es de extrañar que la constitución de una cultura juvenil esté caracterizada por un modo de vivir muy diferente a otras generaciones, con características muy distintivas y particulares. Aparece allí, en el espacio social y simbólico, la cultura de lo massmediático que nos atraviesa y nos determina, tanto a jóvenes como a adultos. Las relaciones vinculares de los jóvenes y sus procesos de desarrollo se construyen ahora mediáticamente, por lo propio y también por lo dado, y aparece la llamada “Generación N” como una construcción mediática. En tanto, nuestros adolescentes viven una etapa de cambios, donde la conformación de su identidad dependerá de muchos factores, pero también de los agentes de socialización; la familia, los amigos, y hoy podemos asegurar que las nuevas tecnologías. Hoy a los adolescentes se les impone no sólo la televisión, sino también la computadora, que tienen la obligación de usar, por ejemplo para las tareas escolares. Pasan más tiempo frente a la televisión o en youtube, en facebook, en el msn, en twitter, en el blog, en Cuevana y en juegos en red, que con su familia o en la escuela. Los vínculos son otros, estar con amigos es estar conectados, estar on line.
Los medios de comunicación nos proveen de significaciones que nos sirven para vivir nuestro día a día. Este universo simbólico irá constituyendo las representaciones sociales que, desde lo psicosocial, nos habilitarán a movernos diariamente. Esta interpretación de la realidad, dada por esta construcción de sentidos que circula a través de los medios masivos de comunicación, es de gran importancia. Es allí donde nuestro “sentido común” nos explicará nuestra forma de movernos y relacionarnos con otras personas.
Las autoras Petit y Cilimbini citan a Mattelart  hablando a propósito de los medios masivos de comunicación. Los medios “hacen de un modo determinado a la gente”, especificando que los usos que la audiencias hacen de los medios resultan en un proceso recíproco en el que los sujetos “se modifican y modifican aquello de lo que se apropian”.
Según Cristina Petit, la revolución tecnológica en la que estamos inmersos imprime cambios socio-culturales y en este contexto cobran relevancia, desde una mirada psicológica, las prácticas, los usos y apropiaciones que de las TICs hacen los niños y adolescentes. Los mensajes que transcurren en las TICs son transformados por los sujetos, anclándose en sus representaciones sociales. Aquellos fenómenos en los que los adolescentes están inmersos en la actualidad, y que no logramos comprender, provienen en gran medida de esta serie de representaciones sociales que los adolescentes forman como resultado de la presencia de las TICs en sus vidas.
Es por ello que, en este contexto, al igual que sostienen Grimson y Varela, considero que la familia es el punto de partida frente a este agente socializador que es la televisión, ya que es el lugar “donde las rutinas y las fórmulas de la vida cotidiana se forman y se sostienen, y donde la identidad individual y la seguridad están fijadas en el tiempo y en el espacio” (Grimson y Varela). La familia debe acompañar este proceso socializador, apropiándose junto con los adolescentes del uso que se puede hacer de las TICs y de los mensajes que provienen de ellas.
Pero no sólo la familia es importante; la escuela, como una de las instituciones primarias de socialización, es un escenario por excelencia para enseñar y reflexionar acerca de un uso provechoso de las TICs. No hay que desprestigiar tampoco su presencia dentro de los agentes socializadores. Aún hoy la escuela es un espacio de construcción de sentidos y conductas, que debe ser aprovechado para acompañar la construcción de espacios que garanticen la formación de representaciones sociales ancladas en la realidad, y que eviten conductas violentas y viciosas que muchas tecnologías imponen.
Las llamadas “Generaciones N” conviven con todos estos agentes socializadores. Se tiene que buscar un equilibrio en donde las TICs sean una herramienta más para construir a la sociedad y no provean sólo simulaciones de mundos alternativos y espectacularización del día a día, o provoquen angustia, desapego, violencia y adicciones.
Hoy los adolescentes viven en mundo de imágenes que han sido editadas, producidas y montadas con determinado interés. Si no cuentan con herramientas que les permitan identificar qué es real y qué no, será difícil que puedan explicar la fragmentación de la realidad que se les presenta. Es así que este mundo fragmentado influye en los afectos, las formas de socializar, sobre los procesos cognitivos, éticos y espirituales.
Si consideramos que hay una gran aceptación social de la condiciones en las que los jóvenes son inmersos en este mundo, y que escapa a las otras instituciones socializadoras, es sumamente lógico que nuestra preocupación recaiga en las imágenes y representaciones sociales que estos chicos van formándose de este mundo mediatizado y audiovisualizado, porque es con ese material simbólico que van a operar en otros espacios sociales. Allí aparecen trastornos adictivos, problemas en las escuelas, en la familia, desapego de la realidad, espectacularización de la vida cotidiana, entre tantos otros.
Es necesario trabajar desde los distintos estratos institucionales (familia, escuela, grupo social, clubes, etc.) y con grupos de adultos, con el objetivo de que aprendan a ver-escuchar y sentir a los adolescentes. Hay que elaborar estrategias para que los adultos puedan acompañar a sus hijos o alumnos a ser personas que piensan, disciernen acerca de la apropiación de las TICs y acerca de lo que nos ofrece el mundo televisivo y massmediático.

Los adultos debemos ayudar a que los jóvenes desarrollen una mirada activa sobre los medios masivos de comunicación, que les permitan evidenciar y comprender que los contenidos propuestos en estos medios son una visión de la realidad y han sido producidos de manera predeterminada por equipos de personas que tienen sus propios intereses y objetivos . En otras palabras, el desafío es hacer del consumo cotidiano de éstos medios un espacio de reflexión activa entre todxs.
Lic. Liliana Beltramo

No hay comentarios:

Publicar un comentario